Quizá empezaste la cuarentena con motivación pero los ánimos han ido decayendo, o puede que te haya pasado justo al contrario: la ansiedad propiciada por la anticipación te hizo ponerte en el peor escenario y lo cierto es que no lo estás llevando tan mal como esperabas. Sea cual sea tu caso, sigue siendo necesario mantener la calma ante estos días que pueden ser emocionalmente duros y no perder la motivación diaria para continuar llevando un estilo de vida saludable.
Aquí te damos algunos consejos para que el confinamiento nos pase la menor factura posible:
Sí, a nosotros también nos parece que por momentos somos Bill Murray en El día de la marmota. No saber qué día es puede generar desconcierto, así que intenta diferenciar entre los días, especialmente entre los días de diario y los fines de semana. Realiza actividades diferentes: mantén una rutina fija entre diario y dedica los fines de semana a otras actividades de ocio y a darte pequeños caprichos. Si hace falta, lleva a cabo un sencillo diario que te ayude a hacer esta diferenciación. Cuando todo esto termine tal vez te haga ilusión recordar cómo superaste esta dura prueba.
Si estos días estás teletrabajando, sabrás que desconectar no es tan fácil como cuando íbamos a la oficina. Para que esto no ocurra, establece unos hábitos concretos de horarios, comidas y pausas e intenta trabajar siempre en el mismo sitio; a ser posible, una zona de la casa apartada de distracciones. Fíjate unas metas y, cuando las cumplas, apaga el móvil y el portátil. Si ese mail que recibes mientras estás viendo una película puede esperar, contéstalo a la mañana siguiente.
Y si has dejado de hacerlo durante la cuarentena, ¿a qué esperas para retomarlo? El deporte es uno de los mejores antidepresivos que existen. Zumba, Yoga, Estiramientos o Funcional, aprovecha para practicar ese ejercicio que realizabas anteriormente para despejar la mente y mantenerte activo ahora que es más difícil de lo habitual. Programar una rutina de ejercicios diaria o semanal te ayudará a cumplir con tu propósito.
Mantener contacto con el mundo exterior es de vital importancia y, aunque no podamos salir ni acudir a casa de familiares o amigos, la tecnología nos ofrece un sinfín de posibilidades para sentirnos más cerca de ellos. Programa videollamadas para cenar, hazle a tu sobrino un videotutorial de cocina en directo o llama habitualmente a los que más quieres. Puede que, paradójicamente, al principio del confinamiento establecieras este tipo de contactos más a menudo. No dejes de hacerlo, especialmente si vives sol@@tria
Vigila tus horarios de sueño, sobre todo si no estás trabajando. Aunque en vacaciones nos permitamos acostarnos y levantarnos a la hora que queremos, conviene recordar que durante esta situación de confinamiento lo mejor para nuestra salud es acostarnos y levantarnos a nuestra hora habitual. Puede que estemos más nerviosos o que tengamos picos de ansiedad y eso nos dificulte conciliar el sueño: prueba a practicar ejercicios de yoga o meditación antes de irte a la cama. Asimismo, intenta dormir en una habitación libre de estímulos para favorecer la desconexión.
Están siendo semanas muy duras en todo el país y aún quedan días similares por llegar. Es importante mantenernos informados, por supuesto, pero evita estar hiperconectado a las alertas del móvil, a los informativos y a la radio. Como es lógico, estamos viviendo una auténtica avalancha de información relacionada con el Covid-19, pero intenta informarte en momentos puntuales: elige si quieres hacer un repaso al periódico por la mañana o ver el informativo a mediodía o durante la cena, pero intenta no estar enganchado 24/7 a las redes sociales, por ejemplo, pues no hará más que aumentar tu ansiedad. Por supuesto, no hagas caso a bulos ni tampoco los difundas: solo causan desinformación y malestar general.
Ya sea un curso de pintura o visitas virtuales a museos, las redes sociales se han llenado de iniciativas de todo tipo desde el primer día de confinamiento. Esto puede llevarnos a una sensación de hiperactividad que puede pasarnos factura. Si no te apetece hablar por Skype, Whatsapp, Zoom, 20 veces diarias o acudir a un concierto online, no te sientas mal. Tienes derecho a no hacer nada y a estar tirado en el sofá de vez en cuando. Es una situación excepcional, haz con tu tiempo lo que consideres sin remordimientos
Es importante estar fuerte mentalmente. Céntrate en el momento presente y no te anticipes a lo que vendrá. Un truco es no ponerle fecha al final del confinamiento, ya que, si se alarga, puede generar frustración. Recuerda que todo este esfuerzo que estamos haciendo tiene un sentido: estamos contribuyendo al bienestar común.