– Tanto la práctica de actividad física como mental
es crucial para restablecer la estabilidad emocional
y conseguir superar tus objetivos –
A menudo, utilizamos los términos médicos “estrés” y “ansiedad” para describir nuestro ajetreado ritmo de vida. Seguro que todos alguna vez han experimentado distintos síntomas que pueden ser asociados a estos problemas que afectan directamente a nuestros nervios, como por ejemplo, cansancio, cambios en el apetito, problemas de sueño, cambios de humor, rigidez muscular, etc.
Aunque podemos considerar que estas señales físicas que pone de manifiesto nuestro cuerpo se pueden combatir tranquilizándonos y respirando profundamente, no significa que la sintomatología vaya a desaparecer pronto de nuestra rutina. Es por este mismo motivo que debemos empezar a buscar soluciones y ejercicios para reducir la tensión física y emocional.
- Practicar deporte de manera individual y autónoma. Si sos de esas personas que necesitan desconectar del mundo en cuanto tienen un momento a solas, hacer ejercicio de manera libre y marcándote unos objetivos físicos individuales puede ser tu solución. Sentirás cómo hacer ejercicio libera endorfinas, aportando a tu sistema una sensación de bienestar general y disminución de la tensión. Céntrate solo en tu mente y estado físico, no pienses en nada más que en descargar tu adrenalina y eliminar la negatividad de tu cuerpo. ¡ Sé tu propio entrenador personal !
- También puedes hacer ejercicio en equipo: la mezcla perfecta para terminar el día. Acabas tu jornada laboral y quieres dejar a un lado todo lo que tenga que ver con tu rutina. Puede que hacer deporte solo no te convenza y quieres compartir tu afición pasando un buen rato con tus amigos o, simplemente, practicar ejercicio físico mientras conoces gente nueva. Hacer deporte en grupo es la opción que estás buscando, ya que es el mix perfecto para poner en práctica tus dotes de networking mientras ejercitas los músculos de tu cuerpo. Ten cuidado que tus compañeros probablemente te contagiaran su motivación.
- Dale un respiro a tu mente. Teniendo en cuenta que practicar deporte es una de las alternativas más beneficiosas para nuestro cuerpo, saber relajarnos mentalmente es indispensable. El ejercicio físico libera las llamadas hormonas de la felicidad, haciendo que nuestro cuerpo se sienta aliviado después de la actividad. Aun así, aprender a desconectar nuestra mente en el momento del ejercicio es primordial. Es evidente que no podemos parar nuestros pensamientos, pero sí enfocarlos en temas diferentes a los que han ocupado el resto de horas anteriores. El ambiente enérgico que rodea las personas que practican deporte es el cambio de escenario que necesita tu mente para relajarse.
- Ten en cuenta tus músculos y calma la tensión. Existen partes de nuestro cuerpo que se ven más afectadas por el estrés y la ansiedad. Es por ello que hay personas que almacenan sus nervios y tensiones en los hombros, en el cuello o, incluso, en el abdomen. El dolor en nuestro sistema muscular puede generar malestar y dificultades para moverse con normalidad. Realizar ejercicios y estiramientos para estas zonas es una tarea fácil a la vez que regular y pautada. Aliviar los dolores de las partes tensionadas se hace mediante movimientos suaves y repeticiones y nuestros profesores son los profesionales que te pueden aconsejar qué práctica es la mejor para ti.
Teniendo en cuenta que la práctica de deporte es un aspecto muy recomendado por médicos y profesionales del entrenamiento físico, se deben complementar con técnicas de respiración, una buena posición corporal y el control de los pensamientos negativos.
¿Qué esperas para combatir estos dolores tan molestos y empezar a sentirte mejor física y mentalmente?
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